miércoles, 2 de diciembre de 2009

Agustín Rossi: “Los peronistas disidentes son más disidentes que peronistas”


CHARLA DEL PRESIDENTE DEL BLOQUE DEL FRENTE PARA LA VICTORIA CON COMPAÑEROS DEL MOVIMIENTO PERONISTA BLOGUERO.

—Después del 28-J da la sensación de que Kirchner domina la política pero no a la gente. La iniciativa sigue siendo del oficialismo, pero se percibe que un 70% de fanático anti-kirchnerismo. ¿Cómo se revierte esta situación hacia 2011?
—Coincido parcialmente. Hay un escenario de cara al 2011 donde el gobierno ha demostrado tener iniciativa política y parlamentaria, algo que nadie imaginaba el 29 de junio. Y esto ratifica una parte del análisis que se había hecho en las últimas elecciones, que más allá de nuestra derrota en la provincia de Buenos Aires, ésta no dejó grandes ganadores en ninguno de los distritos: De Narváez ganó por dos puntos, la candidata de Macri triunfó por menos de lo que se pensaba, lo mismo que Reutemann en la ciudad de Santa Fe y Juez en Córdoba, es decir quedó un mapa multipolar bastante fragmentado. En ese escenario hay un gobierno que se mantuvo y recuperó la iniciativa con un bloque parlamentario más achicado, pero con fortaleza y con capacidad de construir mayorías. Así, el gobierno sigue marcando una parte de la agenda pública y política de acá a fin de año y en los dos que le faltan.
Después del 28 junio muchos suponían, opositores o analistas, que Cristina no iba a cumplir su mandato hasta el 2011 y esto hoy está fuera de discusión. Está claro que determinados sectores sociales tienen un nivel de crítica y de enojo con nuestro espacio político, pero siento que hay un punto de inflexión con el debate de la ley de medios, donde el gobierno empieza a reencontrarse con el espacio político y social que convocó en el 2005. Fuerte anclaje en los sectores populares, con el peronismo, pero atractivo para la clase media progresista expresada en la centroizquierda y ubicada en los centros urbanos más importantes del país. Hay que ver cómo sigue y se extiende esto, pero yo siento que vamos en ese camino.
—¿Esto le alcanza a Kirchner para ganar el balotaje en 2011? ¿O es el mejor candidato posible, pero su tope es terminar como jefe de la oposición?

—Si recobramos lo que teníamos en la elección de Cristina no necesitamos al balotaje, estábamos en el 45%. Aunque no hay que pararse en el 2007: nuestro momento de mayor fortaleza fue en el 2005, cuando representábamos una expectativa para el conjunto de la sociedad, una utopía, un horizonte, sueños y valores. Esas cosas son las que tenemos que recuperar y me parece que la ley de medios nos ubica en ese sentido. Este gobierno demuestra que tiene contundencia en las decisiones que ha tomado y siempre fueron en sentido correcto, desde nuestra cosmovisión del campo ideológico. Lo que siempre nos ha faltado es, entre la decisión política y la concreción, la parte de la comunicación o cómo se llegaba o como se avanzaba en ese escenario. Esto fue lo distintivo de la ley de medios. Cuando Cristina anuncia su envío, en ese mismo momento había 30.000 argentinos militando a favor, desde antes, y eso es insustituible.
—Hacia adentro del peronismo, ¿qué implica la decisión de Duhalde de no descartar postularse a presidente en 2011? —Eso depende de él. Lo que para mí es difícil de entender es cómo se puede desde el peronismo ser opositor a este gobierno, que se entronca en sus valores históricos. Con medidas de justicia social, de soberanía política, de independencia económica, de igualdad, de generación de empleo, de fortalecimiento del mercado interno, de crecimiento industrial. El peronismo disidente se referenció en la década del ‘90 y son muchos de los que ingresaron al peronismo en esa época y asumieron ese modelo ideológico. En algún momento logramos subordinarlos por el peso político propio, pero nunca pensaron como nosotros. Por eso digo que en general son más disidentes que peronistas. Política vs. corporaciones
—Tras la aprobación de la prórroga de las facultades delegadas señalaste en la Cámara que: “Hoy la cuestión no es oficialismo u oposición; es la política o las corporaciones.”

—El debate de las facultades delegadas era eso, y lo que yo estaba haciendo era una interpelación a la oposición, para que tuviera su espacio de independencia sin pararse a defender los intereses corporativos. Y esto pasó cuando debatimos facultades delegadas, ya que pierden la votación por defender a la mesa de enlace. O cuando discutimos la ley de medios, sobre todo acá en diputados. Como los medios les marcan la agenda, no dieron quórum, yéndose de la sesión y poniendo trabas en todas las cuestiones. Necesitamos una democracia cuya oposición tenga independencia de las corporaciones. Sólo por la hipótesis de que algún día lleguen a ganar una elección, la presión corporativa va a ser tan grande que les resultará imposible gobernar, porque cada corporación se va a llevar un pedazo. Si la política es un disciplinador de esa puja de intereses, lo que se necesita es una cuota de independencia, y la oposición debe tenerla. Hay frases patéticas, como la de Carrió: “si para defender la libertad de prensa debemos defender a las empresas monopólicas y multimediáticas, lo vamos a hacer”. Es renunciar a la política como capacidad transformadora. Me acuerdo de Aguad antes del debate de facultades delegadas, dijo que esta era la primera batalla que iban a dar, y es claramente un error.

—En un mismo tono, el discurso final de Ernesto Sanz fue absolutamente vacío y sin contenido.
—Es justificatorio de la derrota en la votación, no hay que confundirse. Las que fueron la expresión de la oposición son Silvina Giudici y Patricia Bullrich, que defendieron claramente las posiciones de las empresas y llevaron a toda la oposición parlamentaria a un callejón sin salida. No estoy diciendo nada por debajo de la mesa, lo que recalco es que la posición de la oposición no es conveniente para la democracia. Este sistema necesita un oficialismo fuerte y una oposición independiente. Si se hubiesen manejado con sus propios tiempos y pensado desde su propia mirada, sobre el fondo de la ley, seguramente se habría logrado un consenso más amplio. Si analizás el discurso de Sanz, no es crítico con la ley. El miércoles debatíamos el presupuesto y en el cierre, Adrián Pérez expresó que nadie podía estar en desacuerdo de que Argentina necesitaba una nueva ley de medios… pero lo dijo una semana después. Si vos te dejás presionar y tu agenda política te la marcan los que tienen que defender los intereses corporativos, te equivocás. Y te pueden llevar a derrotas parlamentarias que se convierten en derrotas políticas para tus propias expectativas.
—Hay una crítica al proceso iniciado en 2003 sobre la incapacidad de construcción de una fuerza sociopolítica propia para acompañar la gestión de gobierno. ¿Con qué fortaleza política se puede encarar la tarea pendiente de perforar los “techos” distributivos impuestos en la segunda mitad de los ‘70 y los ’90?

—Está claro que tenemos un déficit, aunque en nuestra concepción nacional y popular le damos al militante político el rol de sujeto y no de objeto, ya que es alguien que puede transformar la realidad social. Es el que se pone de pie para representar a su sociedad, a su pueblo frente a los poderes públicos o privados para modificar la realidad o en consonancia con el poder público en un mismo sentido. Esto es en lo que tenemos que avanzar, en el estadio organizativo, fundamentalmente en caso de los más jóvenes. Me da la sensación que debemos hablar de esto.
—Sí, hubo un avance después de lo que pasó con la 125, pero todavía no se pasó a lo organizativo. —Hay que poner manos a la obra. No hablamos de una gran organización, eso es una consecuencia, sino de una cantidad de cuadros militantes en cada uno de los lugares de la Argentina que puedan tratar de asumirse como conducción de cada uno de los procesos. Me reúno con muchísimos grupos juveniles del país y les aconsejo esto: construcción política autónoma e independiente de la referencia política del lugar. Esto no es contradictorio y va a permitir generar cuadros políticos propios. Necesitamos un militante joven que no aspire a ser el dirigente juvenil dependiente del dirigente tal, sino un tipo con capacidad de interpelación y cuestionamiento, pero también con lucidez para la construcción, el esfuerzo, la militancia, la constancia, con rutina y con una mirada propia.
Comparto lo que decís: hay muchísimos grupos, sobre todo de jóvenes, a lo largo y ancho del país, que están en esta situación y que están esperando que alguien los ordene. Yo les digo: no esperen más, ordénense solos, busquen su propio espacio.
—Para esto hay recuperar la discusión política, que empieza a aparecer tímidamente en base a una necesidad.
—Hay discusión política, lo que no hay es bagaje argumentativo. Cuando me reúno con grupos de jóvenes, en general lo que me demandan es que les explique cómo es. Todos tenemos en claro dónde debemos estar y qué es lo que tenemos que hacer y por qué. Lo que falta es el bagaje argumentativo que vos necesitás para confrontar con otro y tratar de convencerlo, y eso sí es un déficit que debemos subsanar. Hay que utilizar metodologías como las que utilizan ustedes (NdR: por ZOOM) o toda la onda de los blogueros. Nosotros como espacio político tenemos, quizá por la impronta del liderazgo, mucho más de hacedor que de explicador. Cuando fue la estatización de las AFJP, instalamos el tema y a las 72 horas nos habían destrozado los medios de comunicación: que nos queríamos robar la plata de los jubilados, que los fondos debían ser intangibles, que estábamos violando el derecho de propiedad. Desde ahí empezamos a remontar y a plantear ejes, pero si vos tenés organización política sobre este tipo de cuestiones rápidamente podés avanzar. —Se vio en la ley de medios... —Es que ahí hubo un trabajo político previo. Con solo el hecho de tener todas las universidades nacionales, los rectores de todas las escuelas de comunicación social, los principales docentes de todas las carreras de comunicación y sus alumnos, las organizaciones comunitarias, los medios alternativos, la coalición para una radiodifusión democrática… Anunciabas la ley y tenías 30.000 tipos hablando a favor de ella. Eso es un montón y podés enfrentar una estrategia comunicacional fuertemente mediática. Tenés un lugar de donde agarrarte, vos a eso tenés que enfrentarlo con militancia y con prestigio.
El Congreso de hoy y el que viene
—¿Percibís una revalorización del Congreso y de la política a partir de este casi año y medio en el cual el parlamento ha debatido proyectos troncales como el fin de las AFJP, la ley de medios o la 125?

—Sí, tuvimos un nivel de visibilidad pública que antes no teníamos. Se inició con la 125 y el Ejecutivo mantuvo el ritmo con Aerolíneas, las AFJP, el adelantamiento de las elecciones, el año pasado el presupuesto, ley de medios. Y se va logrando que para la gente sea normal que los canales de noticias te pongan durante 5 horas una sesión del parlamento: se paran, lo miran y alguna cosa escuchan, y me parece que eso está piola. Si no, los senadores y diputados parecen los desconocidos de siempre, y uno tiene que tener visibilidad pública para dar cuentas de sus actos.

—¿Quiénes serán los aliados del bloque del FpV después del 10 de diciembre?

—Lo que está claro es que desde el 10 de diciembre la iniciativa parlamentaria va estar más compartida. En estos años nunca la hemos perdido, aunque sí perdimos muchos diputados. Nosotros aprobamos el presupuesto con 102 diputados propios. Empezamos este período con 130, perdimos 28 y terminamos sacando 80 de diferencia. Por lo que está claro que, aunque tengamos noventa y pico de diputados el 10 de diciembre, vamos a tener una capacidad de construcción y de alianzas. Y va a haber un bloque de centroizquierda, que según los temas veremos dónde se posicionan. Algunos son sensibles para ellos, y allí han demostrado que nos acompañan: AFJP o ley de medios. Quizá en temas económicos sean más reacios. En la sesión de presupuesto sólo nos acompañó el bloque de Ariel Basteiro. Va a ser un parlamento más equilibrado, la iniciativa política por momentos la tendremos nosotros, otras veces ellos y se verá cómo se irá construyendo.

—En la sesión sobre facultades delegadas anunciaste que se ponían en marcha los mecanismos para tratar la ley de medios y para unificar un proyecto de universalización de asignaciones familiares. La primera ya se aprobó. ¿Qué pasa con la segunda?

—En eso estamos trabajando. No lo sacamos a la luz con el resto de los bloques, ya que queríamos primero afirmar una posición dentro del nuestro y con el gobierno. Estamos avanzando y veremos hasta dónde podemos llegar. Obviamente, estamos alejados de esa idea del ingreso universal. Tenemos puesta la mirada sobre el sector más vulnerable. En Argentina existen 12 millones de chicos menores de 18 años y 6 millones son hijos de empleados registrados, es decir que sus padres cobran salarios familiar, o sus cargas familiares son deducidas de ganancias para los empleados autónomos de mayor jerarquía. De los otros 6 millones, hay 2 millones y medio que están incluidos en los distintos planes sociales como Famillas, Jefas y Jefes, pensiones para la madre soltera, para la madre de 7 hijos, Discapacitados. Hay otros 2 millones y medio a los que no llegamos: la idea es ver cómo podemos poner la mirada sobre esos chicos, para llegar con una política universal que sería la más lógica: la extensión del salario familiar de los 135 pesos.

—¿Se va a modificar la ley de entidades financieras?

—Esta fue una de las banderas de Carlos Heller en la campaña. No conozco que haya un proyecto de ley de reforma de entidades financieras, o que haya una decisión del gobierno, lo que no significa que no se esté trabajando. Esto tiene varias aristas: en el país hay localidades que para cobrar su sueldo se tienen que ir a otra porque no hay cajeros automáticos. Entre el 50% y el 75% de las localidades no tienen una sucursal bancaria. La concentración del sistema financiero también ha llevado a este tipo de cuestiones.

Depetri: El proceso destituyente está en marcha


El diputado kirchnerista Edgardo Depetri denunció hoy que "el proceso destituyente" en contra de la presidenta Cristina Fernández "está en marcha" y convocó a una marcha oficialista para el próximo jueves 3 frente al Congreso, en apoyo de la asunción como diputado nacional, del ex presidente Néstor Kirchner. "El proceso destituyente está en marcha, el único objetivo de la oposición es debilitar al Gobierno", sostuvo Depetri en un comunicado difundido esta tarde, en el que acusó a "algunos dirigentes de la centroizquierda" de "acordar con la derecha para arrebatarle al oficialismo la conducción de las comisiones clave de las cámaras legislativas, para debilitar al Gobierno". Depetri advirtió que "esa teoría de acordar con (Mauricio) Macri y las patronales sojeras para demonizar a Néstor y Cristina Kirchner, le facilita el camino a los que quieren una crisis institucional y una renuncia anticipada de la Presidenta". El diputado y líder piquetero oficialista apuntó contra "algunos referentes de la centroizquierda" que "acordaron con la derecha parlamentaria arrebatarle al oficialismo la conducción de las comisiones clave de las cámaras legislativas y debilitar al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner". Luego, el dirigente del Frente Transversal invitó "a marchar al Congreso el jueves 3, a las 17", cuando asuma como diputado electo el ex presidente Kirchner. Depetri dijo que la marcha es "para denunciar esta extorsión que no respeta la tradición democrática y le hace el juego a los que quieren reeditar la política de ajuste y la represión". De esta manera, el diputado del Frente Transversal -quien suele ser uno de los voceros de Kirchner en temas conflictivos- salió al cruce del reclamo de la oposición para que en la sesión preparatoria del próximo jueves, el oficialismo acepte distribuir entre las fuerzas parlamentarias opositoras las presidencias de comisiones estratégicas en la Cámara Baja, de modo tal que quede reflejado el resultado electoral del pasado 28 de junio.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Día del Pensamiento Nacional


Homenaje a Arturo Jauretche

El 13 de noviembre ha sido designado «Día del Pensamiento Nacional» por conmemorarse el nacimiento de Arturo Jauretche. En esta ocasión decidimos transcribir una entrevista publicada en la revista Extra en el año 1970, titulada Historia del zonzaje. ¿Predecía don Arturo, hace cuatro décadas, que tendríamos un Macri gobernando la Ciudad de Buenos Aires?
- Doctor Jauretche, ¿cuál fue el primer zonzo notorio que usted conoció? -
Yo mismo (porque creía en todas las zonceras)
- Es decir que, para comenzar, usted admite una primitiva zoncera propia. - En el Manual de zonceras, recuerdo aquella frase humorística, tan corriente entre nosotros, de «mama, haceme grande que zonzo me vengo solo». Evidentemente, esto conduce a hacer de un «zonzo» un «gran zonzo», porque nadie se vuelve zonzo porque sí.
- Entonces, ¿no se es un «zonzo político» al nacer? - ¡No! Está todo organizado para que los argentinos «se vengan zonzos». En Los profetas del odio y la yapa he mostrado cómo está constituido todo el aparato del azonzamiento nacional.
- Usted pinta la situación desde un punto de vista demasiado rotundo. ¿No cree que existen posibilidades de eludir el hecho de convertirse, fatalmente, en un zonzo? - Es muy difícil por lo menos lo era escapar a la conformación mental que el aparato provoca en los argentinos. Por eso, ahora, se hace más fácil entender lo que dije al principio de que yo era un «zonzo grande». Eso es lógico, porque mi mamá se encargó de hacerme grande y el aparato me modeló intelectualmente.
- ¿Usted se dio cuenta de repente de su zoncera o fue a través de un proceso lento?
- Esto es muy difícil de precisar. Lo primero que ocurrió es que adquirí cierta comprensión política. Yo había sido en mi adolescencia y hasta la edad de la «colimba», un convencido a pie y juntillas, de la ideología liberal y extranjerizante. Después empecé a entender los fenómenos económicos del país; eso lo logré mirando desde el país hacia la teoría y no, como había hecho antes, desde la teoría hacia el país. Desde ese momento, justito, me empecé a iluminar sobre las zonceras que habían facilitado nuestra colonización cultural. Esto no pasó hasta que me apeé de las pretensiones intelectuales de todo joven estudiante y empecé a ver el mundo desde el ángulo más simple del sentido común, del buen sentido.
- ¿Podría darnos un ejemplo de zoncera?
«...después empecé a entender los fenómenos económicos del país; eso lo logré mirando desde el país hacia la teoría y no, como había hecho antes, desde la teoría hacia el país» - Sí. Una de las más repetidas es esa de «la imagen que el país da en el exterior». ¿Cuál es el espejo en el que esa imagen se refleja? El «espejo» es el Times, Financial Times o Chicago Tribune, para unos gustos, o los diarios de Moscú o China, para otros. Lógicamente la imagen del país que les gusta es la que a ellos les conviene. Por ejemplo: Faruk le debió gustar mucho más al Times que Nasser y lógicamente el obeso rey de Egipto debió dar mejor «imagen exterior» que el coronel que lo sucedió. Con eso que le digo está claro que la primera condición para no ser zonzo es decirle «qué me importa» a la opinión de afuera y además, no pensar como intelectual sino como hombre.
- Usted marca una división, una especie de divorcio, entre los sectores pensantes y los populares - A nadie se le escapa la particularidad de la política argentina de que los llamados cultos siempre han estado en oposición a las mayorías populares. ¿Es una casualidad que hayan estado contra Rosas, Yrigoyen y Perón?
- Entonces, según usted, ¿pueblo y cultura son incompatibles?
- Este sería el único país del mundo donde ese fenómeno se produciría, por lo menos si nos comparamos con los países llamados «rectores» en los que la «elite cultural» se reparte entre las fuerzas históricas en pugna. Pero no– no se da esa oposición entre cultura y pueblo sino que lo que ocurre es que tenemos dos culturas: la que se elabora en la vida por el contacto con la realidad, carente de pedantería y de ciencia infusa, que es la del pueblo, y la «otra cultura». Esta última es la «cultura de pega», administrada por el aparato de la colonización pedagógica, que trabaja desde la escuela, la enseñanza secundaria, la universidad y los medios de difusión. Todos esos medios están organizados para producir esa «otra cultura» e impedir la realización de una cultura nacional y propia. Fíjese, sin ir más lejos, las academias [–] Es inútil buscar en esas academias a figura alguna que haya coincidido, en política, con los sectores populares y en teoría, con los planteos nacionales.
- ¿Se fabrican «prestigios»?
- Sí. El aparato que «hace» el prestigio excluye a los últimos que acabo de nombrar, los esteriliza y los mantiene en el anónimo, para que no lleguen a niveles importantes y decisivos. Cuando usted comprueba eso, inmediatamente se da cuenta de que ese aparato se ha conformado históricamente y ha confundido la historia. Esto también habla de la necesidad de revisar la historia nacional. En nuestra época no había caminos abiertos para descubrir cómo se construye la «zoncera cultural». A mí, esta necesidad de revisar la historia se me apareció cuando ya estaba muy poco verde y más que pintón. En 1935, en un poema gauchesco, hecho después de una revolución en la que participé, expreso casi todos los puntos de partida de mi pensamiento actual. Pero todavía se me mete por allí algún elogio a Caseros. Iba rompiendo las maneas de la colonización cultural, pero todavía no las conocía todas y aún desconfío de que todavía no esté atado por alguna.
- ¿Sigue aumentando ahora el número de «zonzos»? - Los de ahora están en otra situación. La contradicción entre el país y su cáscara cultural es ya demasiado visible y la cáscara se está agrietando [–] Siempre existe el peligro si no se mueven las bases del problema. El error consiste en querer «pensar el país» con modelitos importados y querer aplicarlos aquí.
- Eso de la «democracia representativa a través de los partidos políticos tradicionales», ¿es una zoncera? - No, no lo creo. Más bien los que están acabados son los partidos tradicionales. Esa es una zoncera a medias, diremos que circunstancial. Eso de que los partidos tradicionales están acabados se sabe desde 1945. Figúrese que un desconocido les juntó la cabeza a todos esos partidos y eso ocurrió simplemente porque ese desconocido se puso al frente de la Argentina real y los otros no hicieron más que apretarse en torno de una Argentina perimida Este asunto de los partidos políticos u otra forma de representatividad es la continuación de otra zoncera, que consiste en creer que lo importante no es la sustancia sino la forma. Antes de Caseros ya había dicho Florencia Varela que «no había que tomar la medida de la cabeza, sino adaptar la cabeza al sombrero». Los que hacen cuestión de formas institucionales y políticas, olvidándose del ser nacional, simplemente se quieren poner un sombrerito importado.
- ¿No quedan más zonzos jóvenes?
- No existen zonzos jóvenes. Los jóvenes que comulgan con la zoncera no lo hacen por zonzos, precisamente. Por el contrario, lo hacen de pícaros. Son zonzos espontáneos que quieren hacer la carrera de los honores y sabe bien que para eso hay que acomodarse a las exigencias de las superestructuras.

señales populares

John William Cooke y el Pensamiento Nacional


Las ideas no son exóticas ni aborígenes, ni extrañas, ni vernáculas. Prácticamente todas las ideas son exóticas si nos atenemos a que no surgieron en nuestro ámbito geográfico. Si bien se mira, las ideas son exóticas en todas partes, desde que el desarrollo de la cultura es un proceso acumulativo de la sociedad a través de los siglos y de los pueblos. ¿Qué ideas nacionales se oponen a las exóticas de la revolución auténtica? La economía de mercado de Alsogaray es una creación alemana; el librecambio, un principio de la economía clásica europea, sobre todo inglesa; el corporativismo, una modernización de las relaciones feudales. Y el cristianismo, del que trata de valerse el orden constituido, ni siquiera es occidental: lo difundió un judío de Medio Oriente, extremista por añadidura. Tampoco corresponde el calificativo porque contraríe los modos de pensar generalizados y asentados en las costumbres, porque en tal supuesto no existiría el progreso social. Las ideologías son síntesis no de verdades abstractas, sino de fuerzas sociales y en toda a historia existe competencia entre las ideas cristalizadas del ordenamiento vigente y las ideas que lo niegan y expresan fuerzas contradictorias. Una concepción nacional es aquella capaz de plantear originalmente la revolución sin trasladar mecánicamente conclusiones que fueron válidas en otro cuadro histórico social; a nadie se le ocurre que tenga que ser una construcción hecha con elementos conceptuales surgidos como productos nativos. Lo que hace que una ideología sea foránea, extraña, exótica, antinacional, no es su origen sino su correspondencia con la realidad nacional y sus necesidades. El liberalismo económico era antinacional no porque lo inventaron los ingleses, sino porque nos ponía en manos de ellos. El sistema corporativo fascista es malo no porque haya sido implantado en Alemania o Italia sino porque es retrógrado en cualquier parte y doblemente desastroso en un país dependiente. Pero las ideas que sirven para el avance del país y la libertad del pueblo son nacionales, elementos preciosos para el esfuerzo argentino".

Las furias desatadas


"Exigimos respeto a nuestra dignidad"



El pueblo desunido, siempre será vencido. El pueblo desorganizado, siempre será reventado. Estas son las consignas de quienes en el poder y a través de sus lenguaraces claman contra los piqueteros, las demostraciones callejeras y potentes organizaciones como la que se desarrolla en Jujuy liderada por una mujer: Milagro Sala. Es imperdonable, inaceptable, insoportable que alguien de humildísima raíz social haya logrado crear con la ayuda, el esfuerzo y la colaboración de sus iguales el más notable y más fuerte movimiento autogestionario del país. Y peor aún: colocado bajo el severo e insurgente recuerdo de Túpac Amaru. Y para colmo: habiendo logrado durante años desafiar las represiones gasificadas y regadas con balas de goma obsequiadas por la gentil policía lugareña.

Los pecados de Milagro son haber construido una organización que da trabajo a 15.000 personas y es la tercera en la provincia en la cantidad de personas empleadas. Su Túpac Amaru ha construido 3800 viviendas con fondos proporcionados por el Estado; lo ha hecho a un costo sensiblemente inferior que el cotizado por empresas de construcción. Agrupadas las casas (de 54m2) en barrios, estos cuentan con pileta de natación, polideportivos y otras comodidades hirientes para aquellos que sólo conciben a los pobres viviendo en miserables villas miseria, chapoteando en aguas estancadas y no disfrutando de comodidades propias de seres humanos. La organización Túpac Amaru ha construido dos escuelas donde los alumnos, no importa su edad, terminan sus estudios primarios o secundarios. Amén de los currículos aprobados por las instancias educacionales provinciales y nacionales, en las escuelas se enseña Historia y Cultura de Jujuy y de los Pueblos Originarios, Lucha del Movimiento Obrero, etc. Los pobres enseñan a los pobres su propia historia, por lo general ignorada en los planes oficiales. Un buen lote de alumnos, 2500, son atendidos por 150 profesores pagados por la propia organización. Disponen de laboratorio, biblioteca y computación. Sin duda todo esto es medio asustador para los que sueñan con un pueblo disperso, fragmentado, entregado a la tristeza, la abulia y la ignorancia que le reservan los poderosos; un pueblo conformado a su suerte y sobre todo, conformado a algo parecido a una resignación bovina. Y si los pobres quieren armar barullo, que lo hagan en el interior de sus villas, sin tener la osadía de andar por las asfaltadas calles urbanas provocando obstrucciones en el tráfico vehicular. ( Dicho sea de paso, el señor Macri proveerá con su policía para que ello no suceda: después de la limpieza de indigentes se anuncia la puesta en caja de los protestones callejeros). Pero sigamos con Milagro y los «milagros» del esfuerzo concertado y colectivo preocupado con seres humanos y no apenas con las ganancias en dinero. La Túpac Amaru está instalada en 400 barrios de Jujuy y ha desbordado los límites de la provincia: ya está en 17. Las fábricas de la Túpac (6 en total) producen materiales para la construcción, guardapolvos, jeans, etc. Dos centros de salud ofrecen los servicios de 42 profesionales, médicos, farmacéuticos, laboratoristas; disponen de dos ambulancias muy bien equipadas, tomógrafo y mamógrafo. Otro motivo irritante para los que quieren a los pobres pagando lo que consumen, y si no tienen con qué pagar que se embromen: la atención y los remedios son gratuitos. Es realmente molesto que los pobres puedan acceder a ciertos «lujos» que siempre les fueron vedados, y que hoy constituyen lo indispensable para una vida decente, sana, bien comida y con acceso a los bienes culturales. Todo el universo de realizaciones del que hemos dado una pálida idea ha desatado las furias de ilustres personajes de la patria, algunos nativos de la misma Jujuy. El senador Morales de la U.C.R. ha descubierto que Milagro Sala anda en malas compañías, obviamente (no podía ser diferente) con la mafia de la droga. Celoso defensor de la pureza de costumbres y de una moral sin tachas como puede ser la que va acompañada por la pobreza «digna», pero menos indignado por patrimonios sensiblemente acrecidos en un corto tiempo, oscuros negociados y comisiones de escasa santidad, el senador ha soltado los perros de la rabia y los ha lanzado furiosos contra esa degradación de Jujuy a que se ha entregado el movimiento que dirige una mujer de humildísimo origen social y que sin títulos universitarios ni antepasados conquistadores del desierto supo armar, repito, con la ayuda, la colaboración de sus iguales y los fondos que el Estado le proporciona, un ejemplo de lo que pueden los talentos populares cuando emancipados de las férulas patronales se entregan a la creación de una realidad mejor para ellos y sus hijos. La demostración de que el pueblo no necesita de los «de arriba» para construir realidades mejores es insoportable para los no escasos espíritus mal pensantes. Es como un chispazo de advertencia sobre un futuro posible. Entre tanto, las furias andan sueltas.

León Pomer

USINA O MUERTE DE LA CUENCA




TRABAJADORES DEL CARBON RESPONDEN A GREENPEACE




Los habitantes de los pueblos de la cuenca carbonífera de Rio Turbio presenciamos la campaña multimillonaria que está implementando Greenpeace contra la construcción de la Usina de 240 MW, en todos los medios masivos de comunicación del país con afiches y gigantografias.

Queremos expresar que estamos a favor del la preservación del medio ambiente y compartimos la preocupación por el calentamiento global, pero ahora pongamos todo en su justo medio.
También decimos que, la USINA es la reivindicación histórica de los trabajadores y de los pueblos de la Cuenca Carbonífera y sus 25.000 habitantes y no la USINA de “Néstor y Cristina”, por el contrario, su concreción es la respuesta a 40 años de lucha de generaciones de pobladores, aún reparando en sus costos.
Darle valor agregado al carbón – con la generación de energía eléctrica fue siempre nuestro norte - buscando una empresa autosustentable que garantice la continuidad de la fuente de trabajo de miles de obreros, sus familias y los pueblos.
YCRT constituye el único emprendimiento industrial al sur de Santa Cruz, provincia desértica en las estadísticas de las Naciones Unidas.
Pedir que la presidenta pare la USINA es condenar a MUERTE a nuestras comunidades.
Mientras ello ocurre, los paladines del medioambiente y de la vida NADA dicen del CIANURO, del PLOMO, del ARSENICO, del MERCURIO y del DIOXIDO DE CARBONO que producen las mineras del oro, las petroleras, y los ciudadanos con sus vehículos, especialmente en las grandes urbes.
Respecto del mercurio GREENPEACE promociono el cambio de lámparas incandescentes por las de “bajo consumo” cuando estas son portadoras del peligroso metal pesado y otros tóxicos, que seguramente son mas nocivas que la Usina de Rio Turbio, en todo caso debieron alentar las lámparas LEDS que consumen menos, son más baratas, duran más, y contaminan menos.
En el documento de Greenpeace titulado: “CARBON combustible para el cambio climático proyecto Central Térmica Rio Turbio – Propone - (pag.80) “PARA RIO TURBIO: Invertir en las debidas condiciones de seguridad y modernización de la Mina de Río Turbio y sistema de transporte para que pueda proveer de carbón, al máximo de sus posibilidades, a la USINA ya existente (San Nicolás) y al sector industrial”
La pregunta que surge y devela el oportunismo político de Greenpeace y el ataque sobre nuestros pueblos es: ¿Acaso el carbón de Rio Turbio contamina en el sur pero en San Nicolás no?
Entonces la consigna: CARBON o GLACIARES” en una mentira y una provocación innecesaria, intenta generar miedo en la población, bastardea nuestro recurso, descalifica la actividad de los mineros, pero fundamentalmente incentiva el despoblamiento de la Patagonia. Es también desproporcionada porque la mina de rio turbio solo podrá abastecer a esta usina, aportando menos del 0,5% de la energía del país.
El calentamiento global no es culpa de los mineros y trabajadores del carbón, es en todo caso, un problema de la humanidad, y responsabilidad de las grandes potencias mundiales y el gran capital,que por su sed de ganancias destruyen el planeta.
Alinear políticamente al gobierno para la Asamblea de COPENHAGUE para adherir a las nuevas pautas medioambientales, con una campaña impúdica y desproporcionada, a costa de la incertidumbre de un puñado de argentinos, cuando menos es REPUDIABLE.
Más aun cuando, simultáneamente se hacen negocios con la remediación de los desechos de la industria petrolera, a través deONGs.
Igualmente como creemos en los sanos ideales - a diferencia de Greenpeace - y respetando la acción que desarrollan, los invitamos a ellos y todos aquellos interesados en la preservación de la naturaleza, a que nos ayuden a controlar la construcción de la usina, para que se realice de acuerdo a los parámetros y protocolos medioambientales previstos en la licitación.
Será la mejor contribución a la humanidad, a los glaciares y a los pueblos de la Cuenca Carbonífera.
TRABAJADORES DEL CARBON Y HABITANTES DE LA CUENCA CARBONIFERA
Río Turbio y 28 de Noviembre – SANTA CRUZ, 17 de Noviembre 2009.-

martes, 24 de noviembre de 2009

LOS RESISTENTES - RODOLFO PUIGGROS


CINE EN LA BIBLIOTECA NACIONAL(Agüero 2502 de la ciudad de Buenos Aires.)
Los resistentes. Relatos de la lucha clandestina entre 1955 y 1965 (Argentina, 2009) - 180 min. DIRECCIÓN Alejandro Fernández Mouján. GUIÓN Alejandro Fernandez Moujan, Martin Rodríguez. PRODUCCIÓN Sebastián Mignona, María Vera. IMAGEN Alejandro Fernández Mouján. MONTAJE Vanina Millione. SONIDO Lucía Selice. MÚSICA Tomás Bauer. PRODUCIDA POR El Perro en la Luna SRL.
El próximo sábado 5 de diciembre, a las tres de la tarde,se exhibe esta película documental que recoge experiencias de la resistencia peronista, por medio del testimonio de algunos de sus protagonistas. Al decir de sus distribuidores, el documental aborda la “anormal, desmesurada, alucinada odisea de la Resistencia frente a la violencia y el odio desatados por la dictadura de la 'Revolución Libertadora' en 1955".
Acompañando el estreno, se ofrece fragmentos de un texto muy poco difundido de Rodolfo Puiggrós sobre la "Fusiladora", publicado en 1959. Se trata, en realidad, de la versión taquigráfica de una charla que tuvo lugar —como parte de un coloquio con múltiples expositores— el 22 de agosto de 1958, en la Facultad de Derecho de la UBA (a poco de debutar el gobierno de Arturo Frondizi).
(...) Durante el período comprendido entre el 16 de junio y el 16 de setiembre de 1955 se observaron tres notables acontecimientos que decidieron el desenlace:
1. Un conflicto sorpresivo y arbitrariamente promovido entre el Estado y los altos dignatarios de la Iglesia Católica. La jerarquía eclesiástica podía tener razones para desear la caída del gobierno peronista (el poder de la Fundación a costa de la beneficencia clerical y aristocrática, el ascendiente de la clase obrera organizada, etcétera), aunque fue favorecida con la enseñanza de la religión católica en las escuelas y toda suerte de privilegios; pero es inexplicable que el gobierno peronista haya aceptado la provocación, si no se tiene en cuenta la labor disgregadora de elementos infiltrados en sus propias filas. La movilización de gentes notoriamente anticatólicas, que siempre lucharon contra la Iglesia y en 1955 manifestaron junto al clero, demuestra el carácter político de ese conflicto.
2. El anuncio de la firma de un convenio con la empresa yanqui California, que si alarmaba a ciertos sectores por la magnitud de la concesión, también alarmaba a otros sectores porque nos emancipaba de las importaciones de petróleo inglés, con las consiguientes consecuencias en las relaciones con Gran Bretaña (venta de carnes, tipo de convenios, etcétera).
3. Las vacilaciones e indecisiones del gobierno frente a la evidencia de una vasta conspiración y su temor a dar pasos revolucionarios concretos con la ayuda de las masas populares.
4. La ruptura del frente nacional y de la unidad en las fuerzas armadas como resultado de la actividad disolvente de los viejos dirigentes políticos impotentes y desplazados.
5. La descomposición interna del Estado nacional por la infiltración de esos mismos elementos y la insistencia de otros en dar marcha atrás en la política iniciada en 1946.
(...) Todos los sectores políticos y grupos sociales no peronistas participaron, en mayor o menor medida, en la organización del golpe militar. También participaron grupos desprendidos del peronismo, que lo acompañaron durante su gestión. Esta escisión fue particularmente notable en las fuerzas armadas y entre los nacionalistas —salvo en la Alianza Nacional Libertadora— y decidió el triunfo golpista.
Los militares y marinos golpistas ejecutaron una operación largamente acariciada y elaborada por los políticos liberales de las distintas tendencias. Estos consiguieron, a mediados de 1955, atraer a sectores de la burguesía y la pequeña burguesía (conflicto con la Iglesia, petróleo, miedo al proletariado, etcétera), inmovilizar a otros sectores y provocar suspicacias y rupturas entre las fuerzas armadas y la clase obrera organizada. Ninguno de los partidos se salva de responsabilidad por el golpe del 16 de setiembre. Es indudable también que tanto Gran Bretaña como Estados Unidos estaban interesados en el derrocamiento del gobierno peronista. La política imperial británica había perdido posiciones decisivas en la Argentina durante los diez años anteriores y al Departamento de Estado no podía calmarlo el convenio con la California, puesto que su problema de fondo en todo el mundo colonial, y especialmente en América Latina, consiste en no dejar que se desarrollen movimientos populares de raigambre nacional. (...).
Los ideólogos y políticos liberales fueron los más encarnizados y consecuentes enemigos del peronismo desde 1945, pero por sí mismos, repetimos, jamás lo hubieran derrocado. Estaban, por decirlo así, fuera de la historia. Esto explica que el paso decisivo no lo dieran ni los militares ni los civiles liberales, sino los militares y civiles nacionalistas, complicados a última hora con aquéllos.
Si bien el dispositivo militar-golpista estaba en sus manos, los nacionalistas no podían prescindir de los liberales. Necesitaban su apoyo para asegurarse la victoria, sin advertir, o aunque lo advirtieran, que ese apoyo no sería más que el preámbulo de su derrota. Porque al general (Eduardo) Lonardi y sus consejeros los inspiraba una idea utópica de la política, como lo es toda idea que mira hacia el pasado en esta época de grandes y continuos cambios. Querían devolver el poder a las viejas clases dirigentes —como lo expresó con claridad Mario Amadeo en Ayer, hoy, mañana—, desarrollar los temas nacionalistas de 1943 y atraerse la voluntad de las masas. Su problema parecía reducirse a separar a Perón del gobierno, porque los "había estafado". Y luego seguir adelante con Lonardi. El patriciado volvería al poder, pero esta vez para ayudar a los obreros a emanciparse y al país a ser independiente. Ni la Argentina ni el mundo están para semejantes paternalismos, propios de la Roma de los "pater familiae".
Entretanto, los liberales veían consumarse el primero de sus objetivos: el derrumbe del gobierno peronista. Mientras los nacionalistas hacían equilibrio en la cuerda floja de su utopía conservadora, ellos se dispusieron a borrar años de historia. Un halago derretido al oído de un general, un pequeño empujón y, al fin, en la Casa Rosada, como ministros o como consejeros e inspiradores de los ministros, que a veces resulta más efectivo. Diagnosticaron que la Argentina había sufrido una especie de "encefalitis letárgica", aunque no se ponían de acuerdo sobre la fecha; unos decían que desde el 6 de setiembre de 1930 y otros desde el 4 de junio de 1943. Decretaron que la Argentina no había existido durante el gobierno peronista y que si había existido no merecía existir. Y llenos de gozo se dispusieron a empezar de nuevo. La Argentina viviría la orgía del liberalismo. (...)
La "revolución libertadora" se propuso dos objetivos esenciales: destruir las estructuras y los dispositivos político-sociales creados por el gobierno peronista y edificar sobre sus ruinas un régimen de libertad. y democracia.
Tales fueron sus promesas declaradas y reiteradas.
Veamos cómo cumplió la primera parte de su programa: a) Ocupó las sedes, expropió los bienes, apresó y condenó a los dirigentes y declaró la ilegalidad del partido peronista. b) Expropió y destruyó la Fundación Eva Perón y todas sus dependencias. c) Ocupó militarmente e intervino a la C.G.T. y a los sindicatos y apresó y condenó a sus dirigentes. d) Llenó todas las cárceles del país con militantes del peronismo- y del movimiento obrero. e) Fusiló a militares y civiles. f) Prohibió por decreto el nombre, las insignias y las canciones del peronismo. g) Dejó cesantes en las universidades, colegios y reparticiones; públicas y estatales a los peronistas. h) Entregó los diarios a los políticos liberales, lo mismo que las radios y la televisión. Los fines de la "revolución libertadora" se cumplieron estrictamente en sus aspectos nihilistas o destructivos, aunque no faltan “libertadores” consecuentes que desearían llevarlos hasta el exterminio. físico de millones de argentinos y el arrasamiento absoluto de cuanto signifique economía y propiedad sociales y brote espontáneamente del pueblo o represente el germen del poder obrero.
El cumplimiento de la segunda parte estaba subordinado al cumplimiento de la primera parte del programa. La libertad y la democracia que prometió tenían que edificarse sobre la negación de la libertad y la democracia de las grandes masas que siguen siendo peronistas.
Los ideólogos "libertadores" resolvieron la contradicción con despampanante facilidad: declararon que el pueblo está con la democracia, y la libertad únicamente cuando vota a ellos y es "chusma servil" o "aluvión zoológico", partidario de la tiranía, si insiste en elegir a Perón.
Había que convertir a la "chusma peronista," en "pueblo democrático" para asegurar el éxito del último fin de la "revolución libertadora": el traspaso del poder, en comicios legales y dentro de las normas de la restaurada Constitución del 53, a un gobierno que diera seguridades de continuidad, a propios y extraños, del cumplimiento de los "objetivos revolucionarios".
Esta salida "legal" y democrática" se vio facilitada por el apoyo del peronismo a la candidatura del doctor Arturo Frondizi. En la medida que el actual presidente es consecuente con los principios que lo inspiraron en la lucha contra el movimiento de emancipación nacional y justicia social que nació un día de octubre de 1945, podemos afirmar que los "fines" de la "revolución libertadora" se están desarrollando hasta sus últimas posibilidades.